Queridos hijos, les exhorto a que vivan en la paz del
corazón, a que vivan en la oración confiando en la Divina Voluntad de Mi Hijo;
y que vivan del Amor, el Amor que proviene de la Santísima Trinidad, el Amor
que se encarna y que redime, el Amor que se entrega y que sirve, el Amor que se
dispone a vivir la Divina Palabra de Mi Hijo dado en el Santo Evangelio.
Queridos hijos, es en ese Amor con el que deben amar a
Dios con todas vuestras fuerzas, con vuestra mente, y con vuestro corazón; y
amando al Señor amaran el Evangelio, amaran los Diez Mandamientos, y rechazaran
el pecado; y amando con el Amor de Dios amaran a los hombres y oraran por
ellos.
Pequeños, en este tiempo de Gracias, oren, porque el
mundo necesita de sus oraciones; oren por la paz; oren para que los corazones
de los hombres dejen el pecado y sigan a Mi Hijo.
Oren, hijitos Míos; con vuestras oraciones Yo puedo
actuar en sus vidas y en la vida de Mis demás hijos. Pero oren, confíen, y
esperen. Mi Hijo Jesús y Yo estamos con ustedes. Les amo y les bendigo. En el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.